Vivimos en momentos de especialización. Ya sea en trabajos que requieren estudios universitarios o en profesiones más técnicas donde la experiencia tiene un papel fundamental, la especialización siempre es un requisito. Entonces, ¿qué nos hace pensar que hay trabajos que pueden realizarse sin estar formados para ello? ¿Todo el mundo puede (o más bien, debe), por ejemplo, ponerse al frente de un grupo de niños sin estar preparado? La respuesta es no. Es imprescindible formarse para cualquier labor, más para trabajar con niños y también para trabajar en un comedor escolar.
El Comedor Escolar
Aunque cuando hablamos del comedor escolar todos imaginamos una habitación con multitud de sillas y mesas donde niños y adolescentes comen, este espacio es mucho más que solo un sitio donde comer.
Si no que se lo digan a más de un padre o madre de los que trabajan fuera de casa. Desde la incorporación de la mujer al trabajo, y con el crecimiento de la jornada partida, el comedor escolar salva la vida a muchas familias.
Gracias a esto, después de clase los niños tienen un lugar donde estar hasta que sus padres los recogen. Así que, el comedor escolar ha cobrado una mayor importancia en la vida, la educación y la salud de los más pequeños. Tanto es así que se ha convertido en un complemento a la escuela en la labor educativa con sus propios objetivos:
- Debe ser un espacio donde desarrollar hábitos saludables.
- Debe garantizar una dieta sana, rica y equilibrada enfocada en la salud y en el crecimiento.
- También tiene que ser un lugar para trabajar el compañerismo, el respeto y la tolerancia.
- Favorece la continuidad de la jornada escolar con actividades complementarias y extraescolares.
- Contribuye a la conciliación familiar.
Pero es que, además, también debe suponer un espacio tranquilo, cómodo y especialmente adaptado, que invite al niño o niña a desconectar y estar relajado.
Por tanto, vemos cómo la obligación de cumplir con todos estos objetivos no es cualquier cosa. Sumando también la necesidad de supervisión de niños y niñas de diversas edades. Entonces, ¿qué nos hace pensar que no hay que formase para trabajar en un comedor escolar?
Los beneficios del Comedor Escolar para los niños y niñas
Por otra parte, este servicio no solo trae beneficios para las familias. Que, como hemos dicho, cuentan con un espacio que les ayuda a conciliar su vida profesional y su responsabilidad frente a sus hijos e hijas. También los niños y niñas pueden disfrutar de algunos aspectos positivos de asistir al comedor escolar.
- Ofrece un espacio seguro para los niños y niñas.
- Se asegura de dar una alimentación equilibrada y variada.
- Favorece las relaciones sociales.
- Los niños y niñas se adaptan al menú, aprenden a comportarse en la mesa y a usar cubiertos y otros utensilios.
Las labores de un Monitor de Comedor Escolar
Como ya habrás imaginado, en todo este tiempo que los niños pasan en el comedor escolar, un profesional debe supervisarlos y atenderlos. Te presentamos aquí al Monitor de Comedor Escolar. Él o ella será la persona encargada de facilitarles el aprendizaje de esos hábitos saludables y de higiene, de participación, de convivencia y de correcta conducta, durante todo el tiempo de servicio de comedor.
Y, por supuesto, no solo custodia a los alumnos y alumnas durante la comida, sino también antes y después. Además de resolver los problemas que puedan darse durante este tiempo.
¿Estás pensando si podrías trabajar como Monitor de Comedor Escolar? Pregúntate si:
- Eres responsable.
- Tienes capacidad de observación.
- Eres un buen comunicador.
- Tu actitud es positiva y cooperante.
- Puedes transmitir confianza y respeto.
- Estás motivado por el trabajo.
- Se te da bien trabajar en equipo.
- Tienes equilibrio emocional.
- Y crees que tienes interés por la propia formación.
Y aún hay más…
Así que, son muchas las habilidades que hemos enumerado, ¿no crees? Pero lo cierto es que son las necesarias para sobrevivir a todas las competencias que se les exigen. Y es que, supervisar y atender al alumnado es una, aunque no la única, de sus labores. También tienen que:
- Colaborar en la creación de un clima agradable.
- Conocer los problemas de salud, intolerancias y alergias de los alumnos y alumnas.
- Estimular el consumo de todos los alimentos que se sirvan.
- Emitir mensajes relacionados con el saber estar en la mesa.
- Potenciar el interés por la cultura relacionada con los alimentos y bebidas.
- Fomentar la estima por el propio cuerpo y el cuidado de la salud a través de la alimentación e higiene.
- Capacitar al escolar para que adopte hábitos de vida saludables.
- Sensibilizar sobre la importancia del consumo respetuoso con el medio ambiente, el uso responsable del agua, papel, luz, etc.
- Proponer juegos y actividades constructivos.
- Escuchar sugerencias y aportaciones de los niños y niñas.
- Formar equipo de trabajo con los demás cuidadores-educadores-monitores.
- Conocer los intereses y sugerencias del personal docente y no docente del centro respecto a la función y actividades en el comedor.
- Informar a las familias, de acuerdo con la dirección del centro, de aquellas conductas relevantes en el comedor.
En definitiva, multitud de tareas que, o bien por vocación, de manera más innata o bien por formación, el Monitor de Comedor Escolar debe incorporar a su currículum.
Por qué hay que formarse para trabajar en un comedor escolar
Por fin hemos llegado al punto donde queríamos llegar. ¿Sabiendo ya todo esto, aún piensas que cualquiera puede trabajar en un comedor escolar? ¡Claro que no!
De hecho, las empresas encargadas de la contratación para este tipo de servicios tienen sus propias demandas para estos puestos. Suelen exigir formación académica en el área; conocimientos y experiencia relacionados con el trabajo, e incluso con la nutrición; capacidad de trabajo en equipo; habilidad para trabajar con niños y adolescentes; y, por supuesto, disponer del certificado de manipulador de alimentos. Así como, en algunos casos, un curso de primeros auxilios, por ejemplo, los de Cruz Roja.
También, como en cualquier trabajo relacionado con menores, te exigirán el certificado negativo de delitos sexuales.
La buena noticia es que, hasta el momento, no existe ninguna limitación para acceder a formaciones de este tipo. Aunque, como consejo personal, reflexiona bien sobre las labores que se te exigen. ¿A pesar de la responsabilidad te gustaría trabajar en un comedor escolar?
Si la respuesta es afirmativa… ¡Enhorabuena! Trabajar con niños siempre es un trabajo apasionante y muy enriquecedor y ya estás casi a un paso de conseguirlo…