Los educadores y la importancia de dar ejemplo. Que frase tan común. Suena totalmente a “topicazo”. Sin embargo, lo cierto es que los niños y niñas tienen, según los expertos en el tema, dos maneras principales de aprender. La primera de ellas es a través del ensayo y el error. Es decir, tocando muchas veces el enchufe hasta que se dan un calambrazo y aprenden que es peligroso.

La segunda, por observación e imitación. ¿Quién no se ha sorprendido viendo alguna vez a su sobrino, a su hermana pequeña, a la hija de la vecina que cuida los fines de semana… imitar alguna de sus actitudes o comportamientos?

Cualquiera que pase mucho tiempo con niños sabe que esto es más normal de lo que parece, así que hay que tener un cuidado especial con lo que decimos y con cómo lo decimos, pero sobre todo con lo que hacemos.

“Educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única”

Albert Einstein

Los educadores en el proceso de socialización

Cuando hablamos de educadores no solo nos referimos a los profesores y profesoras que durante la jornada escolar se encargan de enseñar y acompañar a los más pequeños. Que también. Pero, en este grupo también podemos contar a los monitores que ayudan a la conciliación familiar poniéndose al frente de las Aulas Matinales y los Comedores Escolares. O a quienes se encargan de la labor educativa durante las actividades extraescolares. O a los responsables del campamento donde pasarán todo el verano…

Cualquier profesor, educador o monitor pasa, a fin de cuentas, muchas horas al día con los niños y niñas y pueden llegar a convertirse en una persona de referencia para ellos.

De esta manera, la escuela se construye como uno de los ejes centrales en la tarea de formación de futuros adultos activos y responsables en la sociedad. No solo porque es la institución base de la educación y la formación curricular. Sino también porque las personas que allí trabajan deberán, conscientemente, ocuparse de la transmisión de una serie de valores y habilidades que marcarán a los niños y niñas para toda la vida.

Los educadores y la importancia de dar ejemplo

De todo esto se deriva que hablemos de los educadores y la importancia de dar ejemplo. Por la labor tan importante que ejercen y por su potencial capacidad para convertirse en referentes e impactar en los niños, niñas y adolescentes.

Mirad, va a ser mucho más sencillo explicar esto con un ejemplo. 

Los educadores y la importancia de dar ejemplo

Ponemos un ejemplo para hablar de los educadores y la importancia de dar ejemplo

Si estamos en un aula, en el patio o en cualquier lugar y observamos que alguno de nuestros alumnos o alumnas es distinto y el resto del grupo lo excluye por eso, podemos actuar de tres maneras, principalmente.

Podemos no hacer nada y mirar para otro lado. Podemos explicar a los demás chicos que no se debe actuar así. O, podemos dar ejemplo y participar activamente en la inserción de todos los miembros del grupo.

Con la primera manera de actuar, no solo no arreglamos el problema, sino que, además, hacemos que los chicos que están siendo más neutrales respecto a la situación, sigan siéndolo. Estamos enseñando, a través de nuestro comportamiento, que, si un problema no va con nosotros directamente, no tenemos que intervenir. No es nuestra responsabilidad, aunque pudiéramos ayudar a otras personas.

Con la segunda manera de actuar nos estamos acercando a la resolución del conflicto. Estamos explicando verbalmente por qué ese comportamiento está mal. Pero, en realidad, no estamos interviniendo en la integración del alumno, sino recriminando a los demás por sus malas acciones.

De hecho, incluso podemos apelar a la empatía de los niños y niñas, pero les costará más asimilar esta lección porque solo les estamos explicando la situación, no estamos actuando.

No obstante, si a esta explicación le sumamos una actuación directa, por ejemplo, favoreciendo ejercicios en grupo para fomentar la comunicación o la gestión emocional, estamos implicándonos más.

Todo esto, partiendo de la base, claro, de que el educador siempre tratará con educación, respecto, cariño y amabilidad a todo el grupo por igual.

Conclusiones: es fundamental el papel de los educadores y la importancia de dar ejemplo

Entonces, lo que los niños y niñas que tenemos a nuestro alrededor perciben que es nuestro comportamiento. Así como lo que omitimos, lo que permitimos, nuestra gestión del estrés, del conflicto… les ayuda a crearse una guía. Una guía para ellos mismos. Para cuando necesiten actuar como adultos en el futuro, pero también para desenvolverse y relacionarse con su entorno ahora.

Así que solo conseguiremos que los niños y niñas sean felices, amables, equilibrados, responsables… Si lo que ven en nosotros es felicidad, amabilidad, equilibro, responsabilidad… Ellos van a imitar comportamientos y actitudes mucho antes de tener recursos para valorar si estas son buenas o malas.

Por lo tanto, una garantía para ellos, una forma de asegurarnos que aprenden habilidades, virtudes y valores positivos, sería trabajar mucho en lo que les explicamos, pero mucho más en lo que ven que hacemos.