Toda formación debe enfocarse hacia la empleabilidad y la posibilidad de esta de hacer de los alumnos candidatos interesantes dentro del mercado laboral. Enseñándoles no solo actitudes y valores que mejoren sus cualidades como trabajadores, si no también dándoles las herramientas necesarias que las empresas valoran ahora. En este sentido, por ejemplo, aprender a hacer una carta de presentación original puede marcar la diferencia.

Ya sea de manera transversal, recorriendo cada bloque de la formación, o como un bloque concreto dentro de esta, la adquisición de conocimientos que garanticen la preparación de los chicos y chicas para encontrar un trabajo, debe estar presente y tener una importancia clave dentro del programa educativo.

Esta es la razón de que la empleabilidad tenga un papel estrella en el planteamiento que hacemos de nuestros cursos. Tanto es así que nosotros contamos en nuestro catálogo con una formación concreta de Habilidades Sociales imprescindibles para la resolución de conflictos y la comunicación en el trabajo. Y es por eso que en este nuevo artículo vamos a enseñarte cómo debes hacer una carta de presentación original.

Hacer una carta de presentación

Nosotros, tanto en nuestro papel de formadores como de reclutadores de nuevos candidatos, aconsejamos acompañar los currículums con cartas de presentación. Las cartas de presentación nos dan la oportunidad de extendernos sobre los aspectos que en nuestro currículum hemos tenido que explicar muy por encima.

¿Por qué creo que soy un aspirante serio para el puesto? ¿Puede ser mi experiencia en otro sector perfectamente complementaria para las exigencias del puesto? ¿Por qué me interesa el puesto? ¿Son los ideales y la cultura de la empresa compatibles con los míos? Todas estas preguntas pueden ser contestadas en un escrito más extenso que facilitará bastante el trabajo de los reclutadores.

Pero primero, antes de contarte algunos trucos para hacer una carta de presentación original, tienes que saber que hemos dicho original, no poco profesional. Con esto queremos decir que lo ideal es que leas y analices plantillas preestablecidas para hacer cartas de presentación. Pero nosotros apostamos porque, una vez tengas claro que datos deben aparecer sí o sí, apuestes por organizarlos y darle forma tú mismo o misma. ¡Hazla lo más tuya posible!

Además, antes de empezar, debes tener en cuanta otra cosa: una carta de presentación no es igual que una carta de motivación. Así, mientras que en la primera es un documento independiente pero complementario al currículum vitae, que ayuda a profundizar sobre este y a hacer una composición del perfil más amplia antes de la entrevista. La segunda sirve para explicar concretamente qué te interesa del puesto y qué te hace un aspirante interesante.

Hacer una carta de presentación que complemente tu CV

Lo primero qué tienes que tener en cuenta para hacer una carta de presentación

Ponte en situación. Ya he hecho la consulta en Google y sé por qué debo acompañar mi currículum con una carta de presentación. También he visto plantillas para saber qué datos son imprescindibles en todas ellas. Ahora, voy a darle forma a un primer borrador de mi propia carta de presentación original. 

Las cartas de presentación no deben tener una extensión mayor de una página. El tiempo del personal de recursos humanos que lo reciba es, muy seguramente, limitado. Así que, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Además, si en el currículum he usado un tipo de letra, colores, columnas, estructuras particulares…, puedo intentar replicarlas. Así conseguiré un efecto de continuidad de mi propia marca personal. Por supuesto, también… ¡ojo con las faltas de ortografía!

Por otro lado, ten en cuenta que tu estilo de comunicación dice mucho sobre ti. La forma en que escribes y te expresas puede dar pistas al reclutador que te lee sobre cómo te comunicas y manejas la información. Cuídalo. Cuida también la estructura, el orden y la presentación. Sé profesional y respetuoso, aunque en función de cada puesto de trabajo, puedes ponerte más o menos creativo.

Una vez que tengamos todo esto claro. Vamos al grano. Debes elaborar un texto en que, usando los puntos que apuntabas en tu currículum puedas responder dos preguntas principales:

  • ¿Por qué quiero trabajar en esa empresa?
  • ¿Qué me hace un candidato serio al puesto de trabajo?

¿Y la estructura para hacer una carta de presentación?

Para hacer una carta de presentación, puedes usar diferentes estructuras. Pero nosotros te aconsejamos que uses un formato conversacional y similar al que usarías al escribir una carta. Empieza poniendo tus datos en una columna a la izquierda (nombre, profesión o título, dirección, teléfono e email) y los de la persona a la que diriges la carta en otra columna a la derecha. Puede ser el encargado de recursos humanos o del proceso de selección. Si no puedes conseguir estos datos, simplemente, ponlo a la atención de la persona responsable.

A continuación, saluda cordialmente a esa persona. Después preséntate de manera breve pero amena. Debes conseguir que el texto funcione y al reclutador no le resulte difícil seguir leyéndote. Después, con un poco de gracia e intentando “enganchar” a quien te lee pasa a contestar las preguntas que te decíamos antes. Puedes hablar de ti, de tu experiencia, de tus logros personales y profesionales…

Y finalmente, termina tu carta proponiéndote para una entrevista. Puedes incluir un horario de disponibilidad para ella y volver a repetir tus datos de contactos. Después, despídete profesionalmente mientras agradeces que te hayan dedicado su tiempo.

¿Y la estructura para hacer una carta de presentación?

Ahora que sabes todo esto, solo tienes que ponerte con ello. Aunque deberías tener en cuenta unos cuantos aspectos más.

Por ejemplo, tienes que saber el enfoque que debes darle a la carta de presentación. No puedes abordar la redacción de esta igual si la empresa ha publicado una oferta de empleo pública o si eres tú quien presenta su candidatura de manera espontánea. En el primer caso, usa los propios requisitos que se describen en la oferta para explicar cómo tu experiencia o formación pueden adaptarse al puesto.

Además, siempre es un factor a favor del candidato demostrar que conoce la empresa y ha pasado un rato investigando el sector donde esta se mueve y pensando su posible aportación dentro del equipo de trabajo. Esto hará que tu carta sea personalizada para cada candidatura, lo cual hablará de tu determinación, interés y dedicación.

Finalmente, no te limites a repetir los datos de tu currículum. Es una carta de presentación y puedes (y debes) hablar de ti. Darle al reclutador más datos sobre tus habilidades, aptitudes, valores o personalidad, cuestiones que trascienden simplemente la formación y experiencia. Cuenta lo que te hace diferente. ¡No pierdas esa oportunidad y no dudes en hacer una carta de presentación original que acompañe tu CV!