En el trabajo, en casa, con tu jefe, con tu novio o tu novia, con algún amigo o amiga, con la familia… Creo que ninguno nos libramos. Más o menos grave, todos hemos tenido alguna vez un problema con alguien. La pregunta es: ¿lo has sabido resolver? Si la respuesta es no, definitivamente tienes que seguir leyendo. Y si la respuesta es sí, también deberías quedarte para asegurarte de que supiste hacerlo de la mejor forma posible. Comenzamos hablando de qué es un conflicto y cómo se puede solucionar.

Porque sí, como cualquier habilidad social, la resolución de conflictos es un aspecto que, aunque es muy natural para algunas personas, también puede enseñarse y, por supuesto, aprenderse y mejorarse.

¿Qué es un conflicto?

Algunos expertos dicen que el “conflicto es el motor de la historia”. Se refieren a que ha habido grandes cambios en la historia que han hecho que el mundo sea muy diferente. Estos cambios, en muchos casos, se han dado después de una guerra, un enfrentamiento, una lucha, algún conflicto diplomático…

Nosotros no sabríamos si decir tanto, pero lo que sí se puede asegurar es que el conflicto es inherente al ser humano. No se pueden separar. Y donde haya hombres y mujeres, habrá problemas entre ellos, de ellos con el resto del grupo y, posiblemente, con ellos mismos.

Donde haya personas existirán situaciones de conflicto. Momentos en los que dos o más individuos o grupos con intereses contrapuestos entren en oposición, confrontación o actúen con el objetivo de neutralizar, dañar o eliminar a la otra parte. Con el objetivo de conseguir, así, resolver la confrontación en su beneficio.

Pero no solo debemos pensar en guerras y problemas entre países. El conflicto es una parte más de la vida de todas las personas, de su trabajo, de sus relaciones con los demás, de las empresas, de la convivencia vecinal…

Y aunque el sentido común nos convenza, a veces, de evitarlo, en según qué circunstancias el conflicto puede ser el impulso que necesitamos para ser mejores y crecer. Las situaciones en las no estamos cómodos, nos obligan a hacer análisis, evaluar el contexto y las posibles soluciones y buscar maneras de actuar. Por eso, para muchos, tener las herramientas para afrontar el conflicto y resolverlo es una de las claves para crecer tanto a nivel personal como profesional.

Aprender a comunicarte. ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

Una vez que sabemos qué es un conflicto y por qué, en algunas ocasiones, puede ser beneficioso. Tenemos que empezar a hablar sobre cómo se puede solucionar.

Para ello primero tenemos que entender que, frente a una situación de conflicto, sea cual sea su naturaleza, hay multitud de posibilidades de reacción. Tanto a nivel individual como colectivo, dándose diversas actitudes, según se acepte, evite o niegue el conflicto.

De manera que, independientemente de si eres más activo, pasivo o asertivo respecto a cómo afrontas los problemas, tenemos una premisa desde la que todos tenemos que partir: no debe haber ni vencedores ni vencidos.

Una vez adoptemos una postura de diálogo en la que lo principal es solucionar el problema y no atacar a la otra parte, debemos empezar a hacernos algunas preguntas:

¿Cuál es el problema? – ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

Parece evidente, pero para y piensa qué te molesta. Tienes que aprender a plantearlo de forma clara y concisa y a no irte por las ramas. Es importante que una vez que empecemos a tratar el conflicto quede muy claro qué hecho concreto hay que solucionar y que no mezclemos con otras cosas.

¿Quién tiene el problema? – ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

Luego, tenemos que asegurarnos de qué personas están implicadas en el asunto. Para empezar, si yo puedo arreglarlo, es mi problema. No obstante, es posible que implique a otras personas o grupos de personas.

En este caso, todos tendrán que hacer un esfuerzo por escucharse, tendrán que presentar sus argumentos respetuosamente, esforzarse por entender la postura del otro y encontrar puntos en común y de acuerdo.

¿Qué sabemos sobre el tema? – ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

Por supuesto, tenemos que saber todo lo que podamos sobre el tema. No solo nuestra perspectiva, también la de los demás. Para ello, la comunicación juega un papel esencial. Tenemos que preguntar y escuchar las respuestas con una actitud abierta. Además, también podemos acudir a otras fuentes alternativas que puedan darnos una opinión más neutral y externa al conflicto.

¿Qué alternativas hay? – ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

En el proceso de crear una buena vía de comunicación y un ambiente tranquilo para hablar sobre el tema, conseguiremos qué el otro explique qué ha motivado el conflicto, cuál es su opinión sobre eso, por qué actuó de cierta manera…

Y una vez que entendamos todo esto, podremos empezar a evaluar cuál es el camino más fácil para arreglarlo.

¿Qué curso de acción elegimos? – ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

Aquí ya hemos evaluado los pros y los contras de todas las alternativas posibles. Pero, sobre todo, hemos analizado las posibles consecuencias. Ya simplemente queda ejecutar. Ponte a ello y elige aquella vía que sea más aceptable para ambas partes. Esa que supone que todos damos un paso hacia el centro para estar más juntos.

De hecho, por eso decíamos que no hay ganadores o perdedores, vencedores o vencidos. Solo dos partes que intentan llegar a un acuerdo satisfactorio para todos.

¿Ha sido una elección acertada? – ¿Qué es un conflicto y cómo se puede solucionar?

Al final, solo queda actuar y verificar. Quizás hayamos podido conseguir arreglar el problema. En ese caso perfecto. Quizás no lo hayamos logrado. En este caso deberemos volver a la pregunta “¿qué alternativas hay?” y ponernos mano a la obra para encontrar otra solución.

No olvides que para bien o para mal, todos somos responsables de las decisiones que tomamos y cómo estas afectan a las personas que nos rodean. A veces, no podemos evitar molestarles, otras sí y no lo hacemos. No se trata de martirizarse con ello. Claro que lo ideal es procurar no generar conflictos con los demás, pero si a pesar de nuestro interés, estos se dan, ya conoces qué es un conflicto y cómo se puede solucionar.  


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